Siempre sospechamos de él, venía a las reuniones y se quedaba dormido. Se daba muchos aires de grandeza, se creía mejor que el resto de compañeros, por un título pacotilla que le ha dado el hombre y del todo inmerecido. Todos sabemos que TODOS los reyes son unos vividores y vagos por naturaleza, pero este se lleva la palma. Su mujer como buena leona trabajaba a destajo para poner un plato de comida en la mesa y desde que se divorció pasaba más hambre que el perro de un ciego, el muy manta.
Es un vendido, eso es lo que es, queremos que se depuren responsabilidades. Este se pensaba que por ser rey de la selva es irresponsable, como otros, vaya, pero tenemos que demostrarle que no es así. No le deseamos la cárcel, no, que lo manden a hacer trabajos para la comunidad, a cuidar leonas ancianas y a sacarlas de paseo, al solecito.
Sabemos que nuestra denuncia no va a prosperar. Nada podemos esperar de un gobierno que rinde pleitesía al rey y de una justicia subyugada a éste. Nosotros no nos rendimos y lo denunciamos ante los medios alternativos, porque la prensa tradicional nos ignora como al resto del movimiento republicano, de momento. Hay que mantenerse alerta.
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